jueves, 16 de julio de 2015

El cirujano que encontró a Jesús en el corazón de un niño (con voz de Juan Morales Martínez)


Sucedió hace poco, con uno de esos médicos que se niegan a aceptar la religión y por lógica la presencia de un ser supremo, ya saben, el problema de siempre, la ciencia y lo divino. Esa mañana, aquel afamado cirujano platicaba con un niño al que iba a operar del corazón.

¡Mañana te operaré hijo!, voy a abrir tu corazoncito para curarlo, dijo el médico mirando con seguridad y confianza a aquel niño. ¿Y encontrará usted a Jesús ahí doctor?, preguntó el pequeño, la pregunta del niño sorprendió mucho a aquel cirujano que fingió no escuchar la interrogante, mira voy a cortar una pared de tu corazón para ver el daño completo, el niño insistió, pero ¿cuándo abra mi corazón, va a encontrar a Jesús ahí doctor?, los padres del niño se miraron y el doctor prosiguió, mira cuando haya visto todo el daño que tiene tu corazoncito planearemos lo que sigue, el niño no se dio por vencido, pero, ¿va a encontrar a  Jesús en mi corazón, doctor?, he leído la Biblia y dice que Jesús vive en nuestros corazones, ¡usted tiene que encontrarlo ahí doctor!, el cirujano no se dio por vencido y dijo, eh sabes lo que voy a encontrar ahí niño, un músculo dañado, baja respuesta en glóbulos rojos, debilidad en las paredes y vasos, y después me daré cuenta si te puedo ayudar o no. Pero el niño tampoco se dio por vencido, insisto doctor, ¿encontrará a Jesús ahí también?, ese es su hogar, Él vive ahí, está siempre conmigo, el cirujano no toleró más los comentarios de aquel niño y salió del cuarto. 

Enseguida se encerró en su oficina y procedió a grabar sus comentarios sobre el estudio que había hecho previamente. Aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardíaca masiva, si probabilidades de trasplante, difícilmente curable, terapia, analgésicos, reposo absoluto, pronóstico, muerte dentro del primer año. Al llegar a este punto detuvo la grabadora, en tono de reclamo y elevando la vista al techo de su consultorio, expresó. ¿Tienes algo más que decir?, ¿por qué le hiciste eso a él?, ¿es un niño aún?, ¿tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana, apenas comienza a vivir?, ¿por qué le haces esto?

De pronto, escuchó una voz en lo más profundo de su alma. "El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es mío y estará conmigo toda la eternidad, aquí, en el cielo, no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera, sus padres se unirán un día a él y van a conocer la paz y la armonía unidos". En ese instante el cirujano comenzó a temblar y a llorar, sentía más rencor, no entendía las razones, por eso replicó a esa voz. ¿Tú creaste a ese niño y también su corazón, para qué, para que muera dentro de unos meses?, el Señor le respondió, "es tiempo de que regrese a su rebaño, su misión en la tierra ya la cumplió, verás, hace años, envié a una oveja mía, que tenía muchas habilidades y soñaba con ser doctor, él soñaba, con ayudar a sus demás hermanos, pero con tanta ciencia, se olvidó de su creador, así que, envié a otra oveja, a este niño enfermo, no para perderlo, sino para que regresara a mí y rescatara a la oveja perdida entre tanta ciencia, hace mucho tiempo". El cirujano lloró, y lloró inconsolablemente, días después luego de practicar la cirugía el doctor se sentó a un lado de la cama del niño mientras los padres lo miraban amorosamente. Aquél niño despertó, sonrió al doctor y le dijo muy amorosamente, ¿doctor, abrió mi corazón?, sí hijo mío, si lo abrí, ¿y qué encontró ahí doctor?, tenías razón hijo mío, tenías razón, ahí encontré a Jesús. 

El creador, al enviarnos a este mundo, nos da la libertad, de que nos equivoquemos en cuanto a su divinidad, nuestra fe debe ser muy firme para recordar que Él, es el eje de nuestras vidas, no perdamos la brújula, vivamos en armonía, sembrando y cosechando los valores que harán de nosotros esos seres dignos del amor de Dios.


Autor: Desconocido


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