Qué me diste para tenerme así, soñando todo el tiempo con tus manos, imaginando el sabor de tus besos y la tersura de tu piel.
Qué me diste para tenerme así extrañándote todo el día, durmiendo con tu nombre endulzando mi boca.
Qué me diste para que me tengas así, para que en cada beso tuyo esté creando nuevos mundos solo para los dos. Escribiendo sin parar, tratando de ponerle palabras a lo que mi corazón no sabe como expresar.
Qué me diste para tenerme así contando los segundos que faltan para que tu figura me ilumine otra vez, para que mis oídos no dejen de buscar tu voz, para que mis deseos no dejen de escapar hacia ti.
Qué me diste para tenerme así saboreando el recuerdo dulce de tus labios, alucinando la luz de tus ojos y extrañando el cálido momento de tus abrazos.
Qué me diste para tenerme así, para que cada vez que pienso en el futuro sin importar el pensamiento, la protagonista siempre seas tú.
Qué me diste para tenerme así extrañando el olor de tu pelo La perfección de tu sonrisa y la comprensión de tu voz, para creer que el mundo se detiene y el mundo no avanza cuando te abrazas a mí.
Qué me diste para tenerme así deseando que ese momento en que nos fundimos en un beso no termine jamás, para no poder dejar de sonreír cada vez que vea un mensaje tuyo, para quedarme sin habla y solo pensar en ti.
Dime por favor, qué me diste. Para dártelo yo a ti.
Autor: Blanca Azucena Pardinez Martínez
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